Sixto Sarmiento
Presentamos una selección de poemas de Sixto Sarmiento Chipana, poeta, columnista y docente universitario peruano, quien encuentra en la tierra y la tradición un nuevo alumbramiento.
CON LA MISMA PIEDRA
Al pie de Catacucho
Por estos caminos
Deambulan sudorosas
Las ancianas piedras
Mientras se esconden
Se van secando
Se van muriendo
Y los dolidos peñascos agachan la cabeza
Lamentando haber sido derrotados
Por el canto de los colibrís en duelo
Cómo duele
Cargar el pesado féretro
De estas piedras perdidas
Cómo duele
Ser posada de sus cenizas
Y es doblemente doloroso
Lo confieso
Que por ellas no repiquen las campanas
Y nadie celebre la santa misa en su honor
Y cómo duele
Que sus cenizas se desmayen
Mientras elevo mis oraciones
Cómo duele verlos despedirse
Mostrándome sus débiles miradas
Y es aún más doloroso
Lo confieso
Tropezarse con sus rastros
Y descubrir que una de las piedras
Sea tu propia sombra
Y es aún más doloroso
Lo confieso nuevamente
Que una de las piedras te sonría
Y venga disfrazada con tu propio corazón
Pero en el fondo, muy en el fondo
Duele no entender
Duele enterarte
Que la piedra que sonríe
Es la predestinada para ser tu eterna compañera
Es la predestinada para ser tu lápida
HARAPOS
He desenfundado mi arma
Mi arma con municiones de colores
Yo vengo con ganas
De cobrar todas las deudas
De hacer justicia con el color que da vida a la vida
El camino está libre
Para mi arma de colores
Mis manos sienten su calentura
Mi corazón cruje como el pan
En la puerta del horno
He de cubrirlo como a un nido de palomas
Entre musgos del tejado de la casa
He de cuidarlo de quienes hacen trizas al trigo
De quienes envenenan el canto sobre el prado
He de cuidarlo también de las caídas de agua
Que con su disfraz de falso blanco
Buscan empacharme en largos sueños
Para arrojarme a los furiosos ríos
Vengo hambriento del hambre
Que ronda mi estómago vacío
Vengo a rescatar el madero de la cruz
Del zaguán de casa
Vengo a enfrentar
A los gusanos de la muerte
Por eso urge que las rosas del huerto
Declaren guerra a los harapos del hambre
Y disparen versos
Con su aroma
Con sus espinas
Por eso urge
Hermanos
Cuidar los colores que dan vida al mundo
Por eso
Urge
hermanos
Alimentar la sonrisa que cultiva el día
Y subvertir
Para caminar libres
Con la fragancia de las rosas después del desayuno.
MI BANDERA
En el horizonte
También la fiesta se hace
Entre sombras
A veces el sol
Y a veces la lluvia
Suelen andar disfrazados
A veces nos alumbra con otra luz
Empapándonos con otras aguas
Fingiéndonos hacer creer
Que siempre es tiempo de carnaval
Para hacernos olvidar los colores de nuestra bandera
Mis maestros tenían razón
¡Ama la patria! Exclamaban
Mis padres tenían razón
¡La patria es el hermano mayor! ¡Ámala! Exclamaban
Mi viejo eucalipto tenía razón
Se inmoló prestándome su más noble rama
¡Consérvala, es para tu bandera! – Me dijo
Por eso he de cruzar los ríos cargados de traición
Para rescatar a mi bandera
Y abrazar sus colores para siempre
Y caminar
Por la ruta de los hombres libres
Por la colina de la vida
En busca de mi bandera
En busca del nuevo aire de la patria.
ALAS DE PLATA
A la memoria de mi gallito
Por las mañanas
Al oír su canto
El mundo detenía su giro
Y en mi ventana la vida pintaba otros colores
Lo buscaba siempre
Para quebrar las mañanas
Y esconderme de las pesadillas
Su canto
También despertaba los sueños
Que dormían debajo de mi poncho
Un día
Al amanecer
La estela del mal cerró mi ventana
Las piedras desfilaban en la plaza
La sentencia había sido escrita
Proscribir su canto
No había marcha atrás
Salí cómo él: volando
Lo encontré
Sus alas brillaban
Mucho más que el hielo de las cascadas de julio
Sonrió al verme
A pesar de estar atado con las cabuyas del desprecio
Corrí para abrazarlo
Las piedras
Consumían su victoria
Reían mostrando sus dientes de caballos desbocados
Y aplaudían embriagadas en la oscuridad
Desde entonces buscan al Gólgota
Camino al abismo
Camino al gallo tipiy
Fue cuando escuché su grito:
“En esta plaza
Me verán volar
Seré como el rayo de febrero
Y cortaré las distancias que nos separan
Me verán volar Iré sediento
Como nuestros campos de cultivo en setiembre
Me verán sufrir
Iré llorando: sí llorando
Como lo hacen nuestras madres
Cuando ven partir sin retorno a sus hijos
Así seguiré por estos caminos
llenos de espinas
Con sed
Como nuestros sembríos en largos tiempos de sequía.
Así seguiré
Con las alas quebradas
Así seguiré
Para alcanzar la gloria
Así seguiré
Aunque me sigan arrancando las plumas.
Vengan, vuelen conmigo
Por la colina de la vida
Están invitados para que viajen conmigo”
Al atardecer
Una de sus plumas cayó cerca de mis sueños
Lo tomé para escribir este verso
Y alzar vuelo con él.
EN TU PUERTA
De pronto
El árbol viajero hecho polvo
Se detuvo frente a mi casa
Abriendo con sus náuseas
Las cerraduras destartaladas de mi puerta
Carcajeando con alevosía su victoria
Ahora lucía su tétrica sonrisa frente a mí
Rociando
Con su sarcástico sudor
Mis últimas señales de vida
Danzando sobre mi derrota
Enrostrándome con asfixiante remolino su veneno
Ahí me encontraba
Atado a la nada
Humillado frente a él
Arrinconado
Envuelto en el eco de su desprecio
Intentando vencerme yo mismo
Para cerrar los ojos de una vez
Para acelerar que expire de una vez
El último latido de mi corazón
Ahí me encontraba, envuelto en sus hojas de veneno
Tragando su odio
Arrastrando el último hálito de vida
Para volar
Sí, para volar
Y cavar un hoyo en sus raíces
Para enterrar sus frutos de mentira
Y cambiar el color de la muerte
Aquí estoy ahora
En la sala de emergencias
Aferrado a un respirador artificial
Aquí estoy
Ahora sí
Preparando mi maleta para marcharme de una vez
Aquí estoy
Como un perfecto NN
En esta ya casi olvidada esquina
Frente a tu puerta
Llamándote para que me acompañes.
***
SIXTO SARMIENTO CHIPANA
Ayacucho, Perú. Poeta y compositor. Doctor en Educación, profesor en TECSUP y en la maestría de la Facultad de Ingeniería Mecánica de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI). Columnista cultural del diario Expreso. Autor de los poemarios El desaparecido (1986), Cantos del Silencio (2016), Lágrimas sin sombras (2016) y Sindulia el Verbo (2017), En Voz Alta (2019), Diario de un indigente (2020), Canasto de carrizo (2023), del libro de columnas Mi columna (2021) y del libro de entrevistas Chirapaq, 51 entrevistas de cultura contemporánea (2024). Desde el 2015 forma parte del Comité Organizador del Festival Internacional FIP Perú - Primavera poética. Ha participado en el V Encuentro Internacional de Escritores en el Bío Bío (Chile, 2019), en el XXVI Encuentro de poetas iberoamericanos de Salamanca (España, 2023) y en la Feria Internacional del Libro de Tabasco (México, 2024). Sus poemas han sido antologados en diversas muestras de poesía.